Biblioteca Popular José A. Guisasola

ESTAMOS TRABAJANDO… Disculpa las molestias.



"El poeta no tiene otra alternativa que inventar o crear otros mundos. La poesía crea realidad, no ficción. Afirmo que la poesía es realidad, y para mí es la mayor realidad posible porque es la que cobra conciencia real de la infinitud." Roberto Juarroz


La biblioteca

(Roberto Juarroz)

El aire es allí diferente.
Está erizado todo por una corriente
que no viene del este o aquel texto,
sino que los enlaza a todos
como un círculo mágico.

El silencio es allí diferente.
Todo el amor reunido, todo el miedo reunido,
todo el pensar reunido, casi toda la muerte,
casi toda la vida y además todo el sueño
que pudo despejarse del árbol de la noche.

Y el sonido es allí diferente.
Hay que aprender a oírlo
como se oye una música si ningún instrumento,
algo que se desliza entre las hojas,
las imágenes, la escritura y el blanco.

Pero más allá de la memoria y los signos que la imitan,
más allá de los fantasmas y los Ángeles que copian la memoria
y desdibujan los contornos del tiempo,
que además carece de dibujo,
la biblioteca es el lugar que espera.

Tal vez sea la espera de todos los hombres,
porque también los hombres son allí diferentes.
O tal vez sea la espera de que todo lo escrito
vuelva nuevamente a escribirse,
pero de alguna otra forma, en algún otro mundo,
por alguien parecido a los hombres,
cuando los hombres ya no existan.

O tal vez sea tan solo la espera
de que todos los libros se abran de repente,
como una metafísica consigna,
para que se haga de golpe la suma de toda la lectura,
ese encuentro mayor que quizá salve al hombre.
Pero, sobre todo, la biblioteca es una espera
que va más allá de letra,
más allá del abismo.

La espera concentrada de acabar con la espera,
de ser más que la espera,
de ser más que los libros,
de ser más que la muerte.

Ilustración: Mary GrandPré

Roberto Juarroz nació en Coronel Dorrego, Provincia de Buenos Aires (Argentina), el 5 de octubre de 1925, y murió en Temperley, provincia de la capital argentina, el 31 de marzo de 1995. Graduado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, recibió de esa misma institución una beca y realizó estudios de perfeccionamiento en La Sorbona, en donde alcanzó más tarde el cargo de profesor titular. Fue director del Departamento de Bibliotecología y Documentación de la mencionada facultad, en donde ejerció la docencia durante treinta años. Asimismo se desempeñó como bibliotecólogo para la UNESCO y la OEA en diversos países. De 1958 a 1965 dirigió la revista Poesía = Poesía y colaboró en numerosas publicaciones argentinas y extranjeras. Fue crítico bibliográfico del diario La Gaceta (Tucumán, 1958-1963), crítico cinematográfico de la revista Esto Es (Buenos Aires, 1956-1958) y traductor de varios libros.

En 1980 fue invitado a París para la presentación de la más importante versión francesa de su poesía, editada por Fayard. Participó en una larga serie de congresos internacionales de escritores. Desde junio de 1984 fue miembro de número de la Academia Argentina de Letras.

Recibió, entre otras distinciones, el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía (1984), el premio Esteban Echeverría que concede anualmente la Asociación Gente de Letras de Buenos Aires por la totalidad de una obra (1984), el premio Jean Malrieu de Marsella (1992) y el premio de la Bienal Internacional de Poesía (Lieja, Bélgica, 1992). Su obra ha merecido abundantes estudios críticos y ha sido vertida a una gran cantidad de lenguas.


Fuente: http://www.robertojuarroz.com/


Poesía Vertical. Número 9

Pienso que en este momento
tal vez nadie en el universo piensa en mí,
que solo yo me pienso,
y si ahora muriese,
nadie, ni yo, me pensaría.
Y aquí empieza el abismo,
como cuando me duermo.
Soy mi propio sostén y me lo quito.
Contribuyo a tapizar de ausencia todo.
Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo.

129 – IX

Somos el borrador de un texto que nunca será pasado en limpio.
Con palabras tachadas, repetidas, mal escritas y hasta con faltas de ortografía.
Con palabras que esperan, como todas las palabras esperan, pero aquí abandonadas, doblemente abandonadas entre márgenes prolijos y yertos.
Bastaría, sin embargo, que este tosco borrador fuera leído una sola vez en voz alta, para que ya no esperásemos más ningún texto definitivo.


Casi Razón (5)

Entre quien da y quien recibe, entre quien habla y quien escucha, hay una eternidad sin consuelo. El poeta lo sabe.

Roberto Juarroz
Casi Razón (97)

No hay definiciones. Toda definición es una abstracción, un conato de soberbia, un atentado contra la realidad. Toda definición es un agrupamiento parcial de atributos, ni siquiera una selección rigurosa, porque para que fuera esa selección sería preciso haber conocido antes todo los aspectos de lo definido, lo cual es imposible. Algo análogo ocurre con todo conocimiento. Sólo van más lejos la meditación, la contemplación y la creación. Ante ellas, todo análisis es miope.

Roberto Juarroz


"Argentina crece leyendo"


“Por una biblioteca popular más inclusiva, solidaria y comprometida con la sociedad”
Ir Arriba